sábado, 23 de mayo de 2020

El hombre nuevo: UNA MANADA MARGINAL



El surgimiento de un hombre nuevo será el corolario de esta crisis el que se plasmará en una nueva era. Este emergerá ampliando la frontera de lo que creímos posible al transgredir los límites de lo imposible, que nos llevará a innovar e inventar un nuevo modo de ser y habitarse: una nueva consciencia, un nuevo lenguaje, nuevas prácticas culturales y el diseño de  nuevo orden global.

Este es el profundo cambio y trasformación que estamos experimentando como especie humana,  el que se torna necesario para mantener la vida del planeta.  Tal como los mega-terremotos producen en un giro en el eje de la tierra, el  procesamiento de esta pandemia nos hará experimentar un giro y un salto en nuestro  nivel de consciencia para cambiar el mundo: mantener lo valioso, eliminar lo tóxico, transformar lo inefectivo e incorporar lo nuevo y necesario.
Este quiebre ha roto el foco de nuestra atención, donde lo que hasta ayer era marginal, desconocido e ignorado, hoy lo traemos al centro de nuestra vida. De sentimos un súper hombre desarrollado  inteligente, tecnológico y conquistador,  hoy nos percibimos vulnerables (miedo a la enfermedad y muerte, a la cesantía, escasez y el futuro) frente a una partícula hasta ahora invencible. Nos protegemos del contagio albergándonos en nuestros hogares, manteniendo un mínimo contacto corporal con los otros (sin abrazos y besos). Un nuestra intimidad re-valorizamos lo doméstico, haciéndonos cargos de tareas y actividades que antes hacíamos automáticamente o la sub-contratábamos y, otras que habíamos desechado, como preparar nuestros alimentos o reparar nuestro vestuario, las practicamos nuevamente. Habitamos también en una nueva dimensión del tiempo y el espacio,  con días interminables, sin agendas laborales determinadas y, en reducidos metros cuadrados inventamos nuevas diversiones.   
En nuestro lenguaje y comprensión de fenómenos nos poblamos de nuevas distinciones del mundo de la ciencia, la medicina, la economía, la tecnología, entre otros. Conversamos con cierta familiaridad  de términos como virus, ARN, inmunidad, recesión, habilidades digitales, inteligencia artificial, ingeniería genética, etc. También manejamos conceptos y nociones de las nuevas tecnologías que están disrumpiendo nuestras  prácticas sociales, tales como tele medicina, tele-trabajo, webinar, educación a  distancia, logística y última milla, comercio electrónico, etc.    
Por otro lado, observamos como la naturaleza comienza a restaurarse, se recuperan especies de flora y fauna en peligro de extinción, baja la contaminación ambiental, mejora la calidad del aire, los ríos y océanos reciben menos deshechos.  Todos estos procesos ecológicos los vemos de nuestros hogares a través las redes sociales y medios de información y comunicación. Estas señales nos resuenan como un mensaje de esperanza para hacernos cargo de nuestra responsabilidad sobre los daños que le hemos producido y desechar prácticas destructivas del medio.    
Este es el contexto que gatillará la construcción del nuevo hombre que habitará en nuevas manadas de marginales, innovadoras comunidades de aprendizaje,  interconectadas, colaborativas, creativas,  conscientes del valor y la necesidad de la existencia del otro, de la inclusión de todos, de la diversidad de opciones de vida, del valor de ecología, ingredientes críticos para sostener el nuevo mundo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Cuánto humor te permites en esta crisis?

Humor tiene una acepción etimológica extraordinaria. Según estudios de mi amigo Jaime de Casacuberta, la palabra tiene dos significados. ...