martes, 12 de abril de 2016

¿Qué realidad estás creando?

¿Sientes que tus acciones no te están reportando la efectividad, satisfacción y bienestar que quieres para tú vida?. Por el contrario, percibes que por más “esfuerzo que le pones a tú trabajo”, relaciones de pareja o familiares o, a tu emprendimiento, los resultados son insuficientes y te dejan un sabor a frustración? Te invito a que conversemos, reflexionemos y aprendamos a salir de este círculo o profecía de la insatisfacción. Los seres humanos actuamos desde una coherencia constituida por una triada donde está presente un tipo de pensamiento, conciencia y escucha. Desde ahí configuramos una realidad. Distinguimos tres tipos de realidades construidas: la supervivencia, la adaptación y la innovación. Para cada realidad desarrollamos un tipo de comportamiento configurado por una cadena de acciones. El mecanismo que crea una realidad tiene el potencial de ser manejado interviniéndolo cuando la realidad creada no nos reporta la efectividad y el bienestar buscado. Dado que el mecanismo se sostiene es una coherencia tripartita, tiene la propiedad de que si cambia uno de sus componentes, los otros dos se ven afectados, cambiando toda la coherencia y su dinámica de operar. Qué excelente noticia. La coherencia de la sobrevivencia Esta coherencia se desarrolló primitivamente para lograr la sobrevivir a un entorno o naturaleza omnipresente: clima, animales depredadores, etc. Opera desde un mecanismo automático, sustentado en una escucha defensiva, que activa la carga de instintos que desarrollados dada la evolución biológica que hemos experimentado como especie. Nos lleva a reaccionar expandiéndonos, contrayéndonos o, paralizándonos, para resolver los cambios que se perciben en el entorno que estresan el espacio de seguridad poniendo en riesgo la vida. Percibimos amenazas evidentes o concretas y actuamos con los repertorios más eficaces que se han ido seleccionando históricamente para sobrevivir. Lo curioso es que hoy existen personas que sin estar insertos en una naturaleza o entorno amenazante siguen actuando con los mecanismos de sobrevivencia; luchando, peleando, agrediendo, arrancando, o paralizándose, obteniendo con ello inefectividad y bajo nivel de satisfacción y bienestar en su vida. El gran salto o trasformación de esta coherencia estaría dado por aprender a re- interpretar lo que percibimos. Por ejemplo, si aprendemos a percibir oportunidades y no amenazas, desafíos y no dificultades, abundancia y no escasez, potencialidad y no carencia, comenzaremos a generar entornos más nutritivos. Como especie humana estamos diseñados para huir del riesgo y potencial dolor, movilizándonos a entornos que nos generen placer y bienestar. Nos alejamos del riesgo que eventualmente nos podría generar dolor y nos acercamos a los espacios o satisfactores que nos brindan seguridad o placer. La escucha defensiva es muy eficaz para la sobrevivencia no así para el desarrollo y construcción de habitad para el bienestar. Si una persona sigue percibiendo amenazas actuará con un repertorio de conductas evasivas, agresivas, de huida o paralización y si ello lo mantiene en el tiempo las consecuencias en su salud y en la calidad de sus relaciones serán desastrosas: enfermedades, conflictos, agresividad, resentimiento. Reflexiona: ¿Cómo estás percibiendo tu entorno: amenazante, neutro o fértil? ¿Cómo reaccionas frente a los cambios inesperados de tú entorno? ¿Cuánta carga de estrés portas en el día a día? La coherencia de la adaptación La coherencia adaptativa nos habilita a generar comportamientos acomodaticios (acomodar la piedra dentro del zapato) los que mantienen una situación sustentada en un aparente equilibrio, sobre los cuales tendemos a desarrollar apegos. A veces nos acostumbramos incluso a sufrir. Esta coherencia nos lleva a repetir patrones de comportamiento aprendidos para construir lo que a nuestro juicio es un entorno más seguro o estable. Hacemos lo que hemos aprendido a realizar imitando prácticas socio-culturales y educativas primarias en las que hemos sido criados, en el contexto de nuestra biografía y, en la actualidad seguimos repitiendo lo conocido, desde una suerte de inocencia o transparencia de nuestra conciencia. Bajo esta coherencia, la seguridad, la estabilidad y, la economía energética, son los ejes que siempre se buscarán, dentro de ellos se tenderá a tomar solo aquellas posibilidades que juzgamos que no nos desestabilizarán o nos exigirán una carga energética superior a la que hemos usado para construir el habitad en el que vivimos. Así tendemos a mirar la vida desde el conformismo, la resignación y juzgamos que mayor bienestar y cambios en nuestra calidad de vida ya no dependen de nosotros. Los cambios que hacemos en nuestra vida son cambios menores, donde ajustamos las exigencias a un mínimo tolerado, para que no nos arriesguemos a lo desconocido, sin responder nuevas preguntas o explorar nuevos territorios. Tendemos a declarar frente a desafío que la vida nos muestra, que es difícil de resolver, justificando que no tenemos los recursos, que no depende de nosotros hacerlo. Tendemos a buscar lo seguro, lo conocido y desde ahí construir nuestro mundo. En cierta medida estamos atrapados en el pasado y actuamos desde la inocencia que lo seguro y conocido es lo mejor (espacio de confort) Reflexiona ¿Cuáles son tus apegos y a tu juicio que le reportan hoy? ¿Has pensado como sería tu vida si te arriesgas hacer aquello que antes no hacías? ¿Si sueltas todos tus apegos como te re-inventarías? La coherencia de la innovación Esta coherencia se desarrolla cuando la persona se conecta con el juicio de que él es el responsable de su vida. Cuando es capaz de distinguir que los aprendizajes le reportó el pasado fueron válidos para resolver lo que en esa época lo desafío y que para el presente requiere explorar nuevos comportamientos. En este espacio de innovación, la persona está despierta, con una conciencia activa y sensitiva, para distinguir y escuchar aquello elementos que enriquecen sus posibilidades de acción y tomarlos como oportunidades para diseñar acciones (creativas) originales, eficaces y agreguen valor a su persona, a sus relaciones y en general al sistema donde está operando. Tiende a vivir la vida desde la gratitud, la alegría, la abundancia y, la, colaboración, ya que se siente protagonista de su destino y de un nuevo y positivo cambio que su legado contribuirá para una mejor humanidad. Busca en los sistemas donde se desenvuelve las potencialidades endógenas, que no han sido percibidas por otras personas, para que una vez identificadas, las elabore, a través de un proyecto o plan, destinado a generan las trasformaciones o los productos o servicios que resolverán de una forma original los requerimientos que presionan o estresan a las personas o al sistema. Para ello busca recursos, tanto dentro del sistema (disponibles aquí) o los atrae de otros sistemas (existentes en otros entornos). Busca hacer alianzas, trabaja sobre compromisos y ejecuta en forma impecable las acciones que ha diseñado para garantizar los resultados buscados. Reflexiona ¿Cuán fértil te siente hoy en su vida? ¿Cuántas potencialidades hay en los sistemas en que te desenvuelves? ¿Cómo sorprenderías a tu equipo de trabajo; a tu pareja, a tus amigos, a tu familia?

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